viernes, 28 de septiembre de 2012

¿¡Se puede ser más gilipollas!?


con los golpes del tiempo he aprendido
a no hacerme ilusiones en base a tus palabras

emisor – receptor pero ¿y el código?

se pude interpretar de tantas formas
un simple monosílabo y en todo
momento el corazón con su hondo estrépito
tozudo en arrimar
el ascua a su sardina
confunde el no y el sí y al fin silencio
y carne de pescado exangüe y cruda

con los golpes del tiempo he aprendido
a no meter tu jerga en mis heridas
a obviar sueños y ofrenda a rechazar
el más tenue rescoldo de esperanza
a ciego sordo y quedo preferir
el dolor de la muerte al dolor de la vida

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un espíritu soñador e intuitivo frente a un espíritu práctico y calculador. Pero si alguna vez ambos se enamoraron, por qué no es posible otro punto de encuentro