sábado, 17 de noviembre de 2012

Cardos


Se me rompió la flor
de un día que alumbraba
mi olfato, en mil pedazos.
Desde entonces, sin luz,
me alimento de cardos
por si entre sus espinas
aún hubiese prendida
una semilla fértil
con fragancia de estrellas.

2 comentarios:

Milena dijo...

Me gusta como juegas con los sentidos y como trastocas la materia, creando una poética irrealidad

Ay Poeta, enganchadita me tienes a estas tre-tas-que-te-traes-de-tras-tue-que !!!

besitos

Anónimo dijo...

¿Cuál es la fragancia de la lejana estrella?