lunes, 5 de noviembre de 2012

Gran Premio de Abu Dhabi


"Qué putada, maldita mala suerte -despotrican en el bar del barrio los habituales, a la finalización del Gran Premio de Abu Dhabi-. Con lo bien que lo hizo Alonso y al final, sólo tres puntos sobre su más directo rival -sí, los habituales del bar del barrio ya hace tiempo tienen bien aprendida la tópica y estúpida jerga que perpetran contra la narcotizada audiencia los comentaristas deportivos-. Y qué fortuna la de Vettel". "Pues sí -los interrumpe Andrés, parado de larga duración y con la espada de Damocles de un desahucio pendiendo amenazante sobre su cabeza, algo más ebrio que de costumbre-, sin duda estos 3 puntos, y puede que hasta si hubiesen sido 13 o 6 millones, serán insuficientes para acabar con esta criminal estafa a la que llaman crisis, así como para reducir el alarmante número de desahucios que se producen a diario en este país de adoratrices sin seso de motoristas y pilótos pijos de mierda. Por no hablar también del paro". Se hace el silencio; la tensión es tal, que se podría cortar con una navaja trapera. Andrés pide otro aguardiente de Zalamea la Real y, tras zampárselo de un trago, se marcha sin pagar. "Venga, señores, vayan apurando y abonando sus consumiciones, que ya es hora de cerrar -declama con vehemencia el camarero-. Y no olviden que esta noche abrimos para el fútbol".

1 comentario:

Persona dijo...

En todo el mundo es igual: se inventan crisis económicas, males, diablos, enemigos, terroristas, solo para ocultar que en realidad la vida cotidiana de los humanos es un vacío. Y el juego sigue cuando se hace creer que ese vacío solo puede ser tapado con el consumo masivo y con la adulación a las figuras públicas como deportistas, artistas mediocres, políticos, etc., (los cuales, milagrosamente, jamás son tocados por las supuestas crisis económicas de las que tanto hablan).