domingo, 3 de febrero de 2013

Violeta

Comprendo que haya poetas
de pluma enhiesta e inquieta
que en el café “Los estetas”
emborronen servilletas
mientras, porque el hambre aprieta,
toman leche con galletas
y echándole mucha jeta,
con la mano en la bragueta,
no quitan ojo a las tetas
que dominan la silueta
embriagadora y coqueta
de la barwoman, Violeta.
Lo comprendo ¡qué puñetas!
Pero como estoy a dieta
y odio a muerte las galletas
y además no soy poeta
y si la penuria aprieta,
aun no siendo anacoreta,
más que otra cosa, me inquieta
consolarme por la jeta,
con la mano en la bragueta,
echando el ojo a las tetas
colosales de Violeta,
en lugar de servilletas
utilizo una libreta.
Y si la tengo completa,
papel del váter ¡puñetas!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mezcla de estilos a lo mandrágora, entre Brassens y Krahe, con un toque de Sabina. De nuevo todo en -eta. Con perdón esta vez.

Vivian dijo...

Jaja, no pude evitar reír al leerlo en voz alta. (Te quedó muy pizpir-eta)
Muacks