miércoles, 13 de marzo de 2013

Aporía


de cara a la
pared
la hoguera a las
espaldas
¿o no es un fuego eso espantoso
que estúpido babea
retando temerario a las tinieblas?
oh verborrea platónica
alevosa asesina del bostezo
instaurando aporías paranoicas
qué turbio mito el sol –prueba a mirarlo–
sólo es verdad –aún siendo indiferente–
la sombra de la sombra

2 comentarios:

Sandra Garrido dijo...

Señor lisensiado, a este ritmo una no es capaz de seguirlo ni aunque vaya a ritmo de tortuga... más cuando he tenido que leerlos un par de veces.Será la falta de costumbre pero donde hubo siempre queda.O eso dicen.

´Buena fumata, de la verde

Anónimo dijo...

Este es uno de tus poemas masónicos por el misterio que entraña