miércoles, 6 de marzo de 2013

Elegía

(de la plasticidad del llanto)

A Miguel Ángel Holguín (por y pese a las discrepancias)

Hoy Venezuela entera está llorando.
Y Ecuador y Bolivia y Cuba y toda
América Latina están llorando
la muerte de Hugo Chávez.
No hay excepción alguna;
ha muerto el Comandante
viniendo a demostrar, entre otras cosas,
lo dúctiles que pueden ser las lágrimas.
Porque hoy en Venezuela
y Ecuador y Bolivia y Cuba y toda
América Latina todos lloran,
sin excepción, la muerte de Hugo Chávez:
el pueblo está llorando de tristeza
y lloran los caciques de alegría.
Qué necios estos últimos;
olvidan, en su euforia
de bestias carroñeras,
que aunque mueran los hombres
–lo dijo el Che Guevara–,
perduran sus ideas.

3 comentarios:

Andrea Breq dijo...

Buscando "rendijas de luces" en viejas costumbres (de lectura)
Un beso,

A.

Anónimo dijo...

El destino de los hombres, incluso el de las revoluciones bolivarianas, tiene fecha de caducidad

ralero dijo...

Esperemos, por el bien de la Humanidad, que para esa fecha de caducidad falte aún mucho. Y que lo que esté a punto de prescribir sea el capitalismo.