lunes, 11 de marzo de 2013

Poemas serios (XXXIII)

¿Huele el aire a catástrofes
o es esta desazón
la asfixia del vacío?

(el silencio responde)

Tatuada en el azogue,
amoratada, gime,
la mueca de una pérdida.

(nadie escucha el lamento)

Oh aquel tiempo prescrito
de huracán y relámpagos,
de truenos lacerando,
desbaratando el tímpano,
y aullidos desgarrando
la garganta y el aire;
oh aquel aroma a incendio,
a terremoto y sangre.

(el sol se está poniendo,
huele a asepsia la tarde)

1 comentario:

Sandra Garrido dijo...

y a salitre y azúfre
el grito se adherido
a los alambres