domingo, 15 de septiembre de 2013

Vértigo


Desde el fino aguijón de la nostalgia
–pierdo pie– me despeño.

(Tanto soñarme albatros
y esta ráfaga inicua
de terral me sorprende
transmudado en gallina,
despierto, en tenguerengue).

1 comentario:

Anónimo dijo...

La nostalgia más que el aguijón es el veneno que circula por la sangre ante el recuerdo de los momentos felices