jueves, 20 de marzo de 2014

Canto

El que abre a uñas y dientes
-da igual túmulo o tálamo-
un cauce en el crepúsculo
para su voz cansada.

El que hastiado se afloja
y se rinde al orgasmo
terminal del silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

orgamos y terminal, curiosa antítesis y después, la del silencio, por si fuera poco