martes, 4 de marzo de 2014

Prohibido el baño

Sentada entre los restos
de inmundicia perenne
que habían depositado las olas en la arena,
temblaba como una hoja
caduca en el otoño,
bajo la luna llena.

–Qué haces aquí; hace frío. Y qué demonios
haces con esa lata
oxidada en la oreja –pregunté .

–Escucho la agonía
del mar –me respondió-.
La lenta y prolongada
agonía del mar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Por qué hay ahora tanto temporales? Es la furia del mar, que ruge de tanta basura que le han echado