sábado, 4 de junio de 2016

He soñado mi muerte...

He soñado mi muerte. Pero no estaba muerto, era un demente mendigando tus ojos (tú me dabas la espalda y rumiabas el polvo ávido de mis huesos).

1 comentario:

Carlos dijo...

Las noches de verano son muy dadas a las pesadillas cerveceras