jueves, 18 de agosto de 2016

Liberté, égalité, fraternité

Ataviada con su burkini, quién sabe si por gusto u obligada, paseaba por la plage de L'Espiguette, cuando, en celosa y abnegada defensa de sus libertades, fue multada por un gendarme.

1 comentario:

mailconraul dijo...

Es que detrás de ese burkini se aprecia todo, y todavía le falta el complemento del velo. Si no están obligadas están subordinadas... Una multa libertaria y un gendarme celoso del bikini, el topless y el tanga.