jueves, 13 de octubre de 2016

Los pecados capitales (Agustín Casado)

IRA

La terrible ira divina
o la cólera de Dios
trae al pueblo pecador
siete plagas y ruína

Injusta y doble doctrina
que si me cabreo yo
sea pecado pero no
cuando Él está que trina.

Por eso de su indulgencia
espero que me perdone
su infinita comprensión

que si pierdo la paciencia
y me tocan los cojones
yo me cague en el copón.

LUJURIA

Puedo, sí, escribir los versos
más cochinos esta noche,
rimaros a troche y moche
los asuntos más perversos

glosaros pezones tersos,
guarro ser hasta el derroche
y el calzón se desabroche
procaz todo el universo.

Y en un lujo de lujuria
regalarme una merienda
de húmedas partes pudendas,

meter y sacar con furia.
Ya podrá decir la curia,
que este asunto no tienmienda…

SOBERBIA

INMODESTIA, ALTANERÍA,
PRESUMIDA VANIDAD,
ÍNFULAS DE FATUIDAD,
HUMOS Y PEDANTERÍA,

SUFICIENCIA, TONTERÍA,
IMPERTINENCIA MENDAZ,
ALTIVA INCAPACIDAD,
ARROGANCIA EN SU OSADÍA…

ENGREIMIENTO ES LA UTOPÍA
QUE ESTUPENDOS DE LA MUERTE,
Y LO DIGO ASÍ DE FUERTE,

PARA SÍ LUCIR QUERRÍAN
GRANDEZA COMO LA MÍA
Y NO TIENEN ESA SUERTE

ENVIDIA

Aunque acaben en el pozo
que les quiten lo bailado
y el gozo de su pecado
en su atracón al goloso,

su descanso al perezoso,
al soberbio su reinado,
al avaro cuanto ha ahorrado,
sus polvos al lujurioso,

su desfogue al iracundo.
Pero ponerse verdoso,
condenarse por bilioso

para arder en lo profundo…
Más tonto que el mismo Abundio
me parece el envidioso.

PEREZA

Lo del amor al trabajo
a mí me suena a farol.
Los lunes todos al sol
que nadie del rey abajo

decirse puede español
y tener después el cuajo
de alegar que pa’ir al tajo
le sonó el despertador.

Conque, Mariano, espantajo,
cómo puedes tener ganas
de venir con la macana

de que curras a destajo
si en la España del carajo
la que más curra es la cama.

GULA

El misionero abertzale
esgrimiendo un crucifijo
predicar quiso prolijo
los pecados capitales.

- ¡Estos son los siete males
que evitar debéis, dijo,
si queréis salvaros, hijos!
- ¡Dunga-umba, dinos cuáles!,

preguntó un negro canijo
que era de la tribu el rey.
- Estos siete que aquí véis.

Pensó entonces en el mijo,
sin una gota el botijo,
tachó gula y dijo “Seis”

AVARICIA

“Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado
pues de puro enamorado
anda contínuo amarillo.

Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
(poderoso) es Don Dinero”

(((Si una idea mía gasto
en el gasto ya me excedo
así que me importa un bledo

ir a pacer a otro pasto
y me preste el verso exacto
Don Francisco de Quevedo.)))


Texto e ilustración: Agustín Casado

1 comentario:

Carlos dijo...

¿Se reirán los santos padres en el alto cielo de esta nueva teología?