miércoles, 5 de abril de 2017

Póquer de ases


Promesa tras promesa
se ve ampliada la oferta
de sueños y derechos
que aseguran los hombres
y mujeres de Estado
pondrán sobre la mesa
de los empobrecidos.
E imaginan "los dueños
de nada", "los ningunos"
que, a no mucho tardar,
más allá de comer
las exiguas migajas
que caen desde la mesa
del rico, acabarán
haciéndolo a la carta.
Pero obras son amores
y la gula no es buena
compañera de viaje
del amor, y a la postre,
de las promesas dadas,
no quedan más que hipócritas
y espurias sinrazones.
Y "los nadies", después
de un tiempo y, a menudo,
ya muy tarde, terminan
por comprender, frustrados,
que comer a la carta
nada tiene que ver
con lo que habían pensado;
que comer a la carta,
hoy día, en este mundo
desigual, significa
que sólo les es dado
gozar de un buen menú
a aquellos que disponen
de las cartas más altas.

1 comentario:

mailconraul dijo...

¡Cierto es! Y para no conseguir ningún premio para qué participar en su juego.