viernes, 18 de agosto de 2017

Bolardos

Ayer noche mi perplejidad fue mayúscula al escuchar en la caja estúpida a unos cretinos, que lo mismo pueden debatir sobre política internacional que acerca de las costumbres sexuales de la mosca cojonera de la cuenca del Loira, porque no tienen ni repajolera idea de estos ni de casi ningún otro asunto, afirmar que el terrorismo se combate con bolardos. Y es que Esperpentaña es una gran nación y sus tertulianos muy diferentes y mucho diferentes. Adiós, mundo cruel; hasta siempre, amigos; no puedo ya más con tanta estulticia; estoy decidido a quitarme la vida atiborrándome de chocolate negro con pan de centeno y cornezuelo. Descansen en paz las víctimas mortales y que tengan una pronta recuperación los heridos. Y que puedan alcanzar consuelo algún día familiares y amigos.

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