lunes, 16 de octubre de 2017

Portugal


Estos días atrás he tenido el gran placer de pasar unas horas paseando y tomando cerveza muy fría en el territorio de una república gobernada por la izquierda, donde las cosas cada día van mejor para el pueblo. No he podido evitar sentir algo de sana envidia. También por lo de la cerveza muy fría.

"¡Ay Portugal! ¿Por qué te quiero tanto?
¿Por qué, por qué te envidian todos? ¡Ay! ¿por qué?"

(Ruego encarecidamente se abstengan de hacer comentarios cateto-patrióticos typical spanish del tipo "pues si tanto te gusta, vete p'allá." No sea que la estulticia se contagie mediante la lectura de gilipolleces.)

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